Niños sufren abstinencia de Internet
Cuando los niños de hoy lleguen a los 70 años habrán pasado 87.000 horas delante de una pantalla, lo que equivale a 10 años completos de vida. Expertos aseguran que el exceso de hoy puede cobrarles facturas difíciles de pagar en el futuro.
La psiquiatra de niños y adolescentes Natalia Trenchi estimó que cuando los niños de hoy lleguen a las siete décadas de vida, van a haber pasado entre siete y 10 años de corrido frente a una pantalla. Después de dormir, es la actividad que más realizan los niños. "¿Cómo no va a ser importante una actividad que lleva tanto tiempo?", reflexionó la experta.
En Uruguay, 92% de los niños de 6 a 13 años y 97% de los que tienen entre 14 a 19 se definen como usuarios de Internet, de acuerdo a un relevamiento del INE y la Agencia de Gobierno electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento de Uruguay (Agesic) divulgado hace una semana.
En este contexto, el grupo Sujetos en Red, integrado por profesionales de la educación, la psicología y la informática, llevó a cabo el jueves pasado el primer encuentro sobre uso saludable de TIC y redes sociales en la infancia y la adolescencia.
"Somos un país que adopta muy rápido la tecnología, pero no adoptamos las medidas preventivas y la educación de qué hacer con ellas", opinó Cecilia Cabrera, fundadora del grupo.
Devra Davis, una de las expertas en prevención del cáncer más reconocidas en el mundo, escribió Disconnect, un libro que ofrece evidencia científica sobre los efectos de la radiación de los celulares en las células cerebrales.
Allí argumentó que las personas que usan el celular por más de 30 minutos al día por 10 años, tienen un riesgo doble o más alto de contraer cáncer en el cerebro. También sostuvo que los niños y jóvenes son los más expuestos, debido a que las ondas de telecomunicación se absorben más durante el período del desarrollo cerebral.
Además, al tener el celular, la computadora y la consola de juegos consigo y en sus dormitorios, estas tecnologías se convierten en una "poderosa herramienta de distracción" que interfiere con el estudio y el sueño, con consecuencias directas en la memoria, expuso Trenchi.
Por ahora, el consumo desmedido de las tecnologías no se ve como enfermedad. La psiquiatra aseguró que no se habla de "adicción a Internet". "Se prefiere el `uso problemático de la tecnología`, para referirse a comportamientos relacionados al uso que causan impedimentos psicosociales significativos".
El comportamiento obsesivo con las pantallas ocurre más que nada en los varones, que suelen darles un uso primordial por encima de otras actividades. Asociado a esto, empeoran su humor, se irritan y sufren de abstinencia cuando no pueden acceder a Internet.
Además, cuando se entretienen con pasar de nivel en un videojuego, hacer un gol o triunfar en una pelea, los niños se exponen a estímulos "muy intensos", señaló Trenchi. Por eso, en contraste, cuando están frente a estímulos de "poca intensidad", como prestar atención a un docente, les cuesta mantener la atención. Es decir, "cuando alguien les hace un relato más lento, les cuesta mucho adaptarse a esa velocidad".
Otro problema que genera un uso extremo de la tecnología es el sedentarismo y, en consecuencia, el sobrepeso y la obesidad. Las estadísticas sanitarias de la Organización Mundial de la Salud indicaron en 2010 que 9,4% de los niños uruguayos menores de cinco años tenía exceso de peso. Esto es, prácticamente, 8.300.
Supervisar o no.
Los expertos que participaron del evento organizado por Sujetos en Red coincidieron en la importancia del rol de los padres en el monitoreo de sus hijos.
Martín Rebour, jefe de Formación del Plan Ceibal, aseguró que enseñar una correcta utilización de la tecnología es como instruirlos para movilizarse en la calle: al principio, se los acompaña y luego se los deja solos. "Esto es un proceso gradual; va de una mayor dependencia a una autonomía", expresó Rebour.
Todos los expertos aseguraron que es importante "implicarse" en lo que el niño realiza frente a la computadora, teléfono o tableta. "Quizás no hay que hacerlo para prohibir, sino para pensar, enseñar y sensibilizar", recomendó Trenchi.
Sobre este punto, el relevamiento del INE y Agesic arrojó que 61% de los padres uruguayos aseguran que educan a sus hijos en el uso apropiado y seguro de Internet.
Sin embargo, el 90% de los padres no instalan a sus computadoras "filtros de contenido", programas informáticos que garantizan que los niños no ingresen a páginas web que no deberían y que les resultan más accesibles de lo que parece.
Durante el evento, una maestra contó que un día buscaba material sobre el volcán Puyehue que hizo erupción en 2012 en Chile. Para su sorpresa, fue a dar con sus alumnos a una web pornográfica. Por eso, los expertos recomiendan filtros que eviten el acceso (voluntario o involuntario) a sitios con contenidos para adultos.
Martín Larre y Alan Kind, preocupados por este problema, desarrollaron Kidbox, una aplicación uruguaya que organiza el material disponible en Internet para que los niños puedan navegar protegidos, sin exponerse a contenidos que no son aptos para su edad. Su invento fue premiado por la Universidad de Harvard.


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